jueves, 26 de noviembre de 2015

Evaluación del profesorado.

Está de moda hablar de evaluación del profesorado estos días. Yo tengo una teoría absurda, que por lo visto pocos comparten:

Tesis: Sin una evaluación fiable del alumnado es imposible realizar una evaluación fiable del profesorado.

El sentido de la palabra fiable es desde luego un asunto delicado que habría que debatir. Pero no comprendo cómo se habla tanto de evaluar al profesorado sin que tengamos un sistema nacional de evaluación serio (por serio me refiero a un sistema estandarizado, de ámbito nacional, distribuido en años clave del recorrido escolar) del alumnado. Es como poner el caballo detrás del carro. En fin, cosas mías...

4 comentarios:

  1. Tema complejísimo este, amigo mío, pero, por abreviar más aún de lo que tú lo haces: en efecto, empezar a resolver los problemas actuales de la educación española por la evaluación del profesorado es poner la carreta delante de los bueyes. No soy en absoluto reacio a que se evalúe al profesorado; lo que me revienta es que la perversa demagogia de ciertos sectores (no solo los políticos) haya puesto el foco no donde sería necesario, sino donde a ellos les conviene.

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    1. Tengo absolutamente claro que formar a un alumno es algo muy diferente que producir iPhones, Pero no puedo imaginar una evaluación de los empleados de Apple que tengta algún sentido sin prestar la menor atención a los dispositivos que diseñan y fabrican. Y, salvando las diferencias, eso es lo que está sucediendo hoy en los centros educativos de este país (quizás con algunas diferencias según la comunidad autónoma de la que estemos hablando). Gracias por tu comentario, Guachimán.

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  2. La lógica es aplastante. Estimado Weno, desconocía tu blog. Debo ponerme al día. Un saludo muy cordial.

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